El discurso de Viktor Orbán pronunciado en el evento organizado por la Cámara de Comercio e Industria de Hungría con motivo de la entrada en el año nuevo
Budapest, a 4 de febrero de 2021.

Señor Presidente,

muchas gracias.

Querido Mihály, estimado Señor Ministro de Finanzas, estimados Interesados, queridos afiliados a la Cámara.

Ahora voy a hablar de dos cosas. Primero haré un balance del plan de acción en materia de la protección de la economía. El plan de acción para la protección de la economía se lanzó en marzo de 2020 y duró hasta el 1 de enero de 2021. Luego describiré el vertebro del plan de acción en materia de reactivación de la economía. El plan de acción encaminado a reactivar la economía se ejecutará en tres fases, voy a hablar más a fondo de las tres. La primera se ha iniciado el 1 de enero y durará hasta el 1 de abril, la segunda fase empezará el 1 de abril y durará hasta el 1 de julio y la tercera fase del plan de acción para la reactivación de la economía iniciará a principios de julio de 2021 y durará aproximadamente hasta el octubre del mismo año. Se trata de dos planes de acción: uno para la protección de la economía y el otro para su reactivación. El plan de acción para la protección de la economía ya lo hemos concluido. Podría expresarlo también en términos prestados del deporte, o sea, el plan de acción para la protección de la economía ha sido la defensa, mientras que el plan de acción para la reactivación de la economía es el ataque.

Ahora bien, primero hablo brevemente sobre el balance del plan de acción para la protección de la economía, que constituyó la defensa económica. Todos sabemos que habíamos iniciado el año 2020 con grandes esperanzas. No se trataba de esperanzas infundadas, ya que la década de 2010, dio resultados expresamente alentadores para Hungría, como el presidente de la Cámara y el Ministro de Finanzas acaban de mostrarlo. Logramos batir unos récords en la economía que antes no habíamos podido alcanzar. Eso significaba, que cuando surgió la crisis del virus por el brote epidémico, entonces el déficit presupuestario de Hungría se encontraba a un nivel bajo, gracias al señor Ministro de Finanzas, la deuda pública se mantenía entre límites, y seguía una trayectoria descendiente, gracias al señor Ministro de Finanzas y al Presidente del Banco Central. El empleo, o sea, el número de las personas activas alcanzó unas cifras récord, gracias a los emprendedores y de esta manera al Presidente de la Cámara Nacional de Economía e Industria. Los ingresos estaban en aumento y por consiguiente se ha reducido la pobreza, además la capacidad de Hungría de atraer inversiones era alta también en comparación internacional. Sin embargo, surgió la pandemia y el año 2020 no resultó ser la continuación del año 2019, cosa que habíamos esperado todos, sino abrió una época completamente nueva; en concreto, la época de la protección en Hungría. Esta crisis no pudo con la economía húngara, porque habíamos tenido un fuerte punto de partida, o sea, que una fuerte economía húngara se enfrentó a la crisis, pero indudablemente nos acorraló y dio un tortazo a la economía húngara, y como suele ser, uno se ralentiza en estos momentos. Incluso corría el riesgo de que, al igual que en tiempos pasados, cuando ataban el cuerno del ganado a su propia pata, – por cierto, me parece que antiguamente esto en húngaro se llamaba fascinación, pero el sentido de esta palabra se ha cambiado por completo en estos tiempos – pero bien, temíamos que quedaríamos atados con la cabeza a los pies y que no podríamos ni movernos. Esto no sucedió. Estoy de acuerdo con la opinión del Presidente de la Cámara de que incluso en los difíciles momentos de la crisis, una buena parte de la economía húngara seguía funcionando, y una importante parte incluso funcionaba bien, y hubo una parte que paró por completo, sobre todo lo relacionado con el sector de los servicios, turismo y alojamiento. Así fue pues que nos pusimos manos a la obra y empezamos a ejecutar el plan de protección.

¿Cuáles fueron nuestras herramientas? En el marco del plan de acción para la protección de la economía, primero introdujimos la moratoria de deuda crediticia. Esta es una palabra fea, neutral, la expresión no nos transmite la importancia de esta medida, pero hay que saber, que con esto dimos ayuda a 50 mil pequeñas y medianas empresas y a muchas familias, dimos ayuda a más de un millón de familias. En total, 3 billones de forintos húngaros quedaron en el bolsillo de las familias y de las empresas. Esto tendrá que ser pagado más tarde, pero no ahora, en medio de la crisis. Dimos subvención salarial. En los sectores más azotados asumimos la mitad de los salarios y dispensamos del pago del impuesto de contribución social, el señor Ministro de Finanzas, a su pesar, pero renunció a estos ingresos, y redujimos a la mitad el impuesto sobre actividades profesionales, que muy a su pesar, pero los gobiernos locales también tuvieron que aceptar. Dimos subvenciones por inversiones a 1.434 empresas húngaras para el mantenimiento del empleo. Según nuestros cálculos, con esto contribuimos a mantener 280 mil puestos de trabajo y creamos decenas de miles. Es importante y quisiera agradecerle al señor Presidente de la Cámara de que el programa de las tarjetas Széchenyi, gestionado por la SA KAVOSZ se flexibilizó, hemos facilitado fondos para ello y lo haremos también en el próximo período. La tarjeta Széchenyi nos ha permitido dar ayuda a muchos empleadores. Hemos bombardeado al mercado con créditos baratos, y los empresarios han usado una buena parte de estos créditos. Puedo afirmar que, a pesar de la crisis o justamente a causa de ella, vastos recursos fueron introducidos en la economía húngara. Y si hago una balanza, entonces puedo decirles, que más que la mitad, o sea que más que la mitad de estos fondos introducidos en la economía dio ayuda a las microempresas y pequeñas empresas, por lo tanto, les ayudó sobre todo a los húngaros. Es difícil para un primer ministro hacer un balance de los resultados del plan de acción para la protección de la economía, sin que le acusen de haber caído en la parcialidad política. Esto es así, sin lugar a dudas, ya que, a fin de cuentas, debemos valorar nuestro propio trabajo. Procuro hablar de la manera más modesta posible y optar por un criterio objetivo para evaluar el éxito de las medidas de protección de la economía. Según mi opinión en la economía lo más importante es el trabajo, porque si hay trabajo, hay de todo; y hay trabajo si hay puestos de trabajo. Y es un hecho de que en Hungría, en diciembre de 2020, el número de trabajadores activos ha sido lo mismo que antes de la crisis, en diciembre de 2019. Esto de por sí refleja muy bien, que las medidas de protección han cumplido con su fin, ya que el objetivo de la protección era mantener el empleo. Esto significa que hoy, en Hungría, al final de los altibajos provocados por la crisis, podemos afirmar que trabajan más de 4,5 millones de nuestros compatriotas, ganan la vida por su trabajo, dan de comer a sus familias y cuidan a sus hijos. Podríamos también decir, que hemos podido conservar la posición – presentada anteriormente en unos gráficos – la que habíamos logrado alcanzar en esta carrera contra el desempleo, y Hungría ha preservado su destacado rendimiento consistente en que la tasa de desempleo en Hungría es la tercera más baja en la Unión Europea. Nos molesta un poco que los checos estén por delante de nosotros, y trabajamos en ello, porque no es que el hecho de que los alemanes estén por delante nos agrade, pero los húngaros estamos acostumbrados de esto que los alemanes están por delante de nosotros en ciertas cosas, no obstante, a los checos queremos alcanzarlos de todas maneras, esto lo vemos como una noble competencia regional. Mañana nos visita el primer ministro de la República Checa, y procuraremos adquirir de ellos más conocimientos, quiero decir, en el sentido de ¿cómo hay que hacer incluso mejor las políticas de creación de empleo? En resumen, lo que puedo decirles es que hemos resistido la extraordinaria tentación de volver en tiempos de crisis a una economía basada en ayudas. Muchos suelen pensar que en tiempos de crisis hay que distribuir subvenciones. Puede ser que esto sea adecuado en ciertos países y bajo ciertas circunstancias. Yo no lo veo de esta manera en el caso de Hungría. Si empezamos a distribuir subvenciones, se reduce inmediatamente el número de trabajadores. Esta es una característica especial de la economía húngara, si no está claro para la gente que trabajando pueden arreglárselas mejor, entonces tienden a ir por las subvenciones. La economía húngara sufrió ya lo suficiente por este motivo, de allí que nosotros a pesar de la crisis no hemos dado la vuelta hacia una economía basada en subvenciones, sino hemos quedado en el sendero de la economía basada en el trabajo. Y me parece que eso ha sido lo correcto, porque las cifras de empleo que acabo de citar parecen apoyarlo.

Estimados Damas y Caballeros,

Como también lo saben Ustedes, ya que los que han intervenido antes de mí también lo han mencionado, el éxito económico de los tiempos que vienen se interrelaciona con la fecha en la que se reiniciará la economía, o como la gente lo suele decir, con la fecha de la apertura, en la que las restricciones quedarán borradas. Cuando a principios del verano pasado logramos superar la primera ola de la pandemia, lanzamos una consulta nacional para ver qué tipos de gestión de crisis son aceptables para los húngaros en el siguiente período. La consulta nacional es una de nuestras herramientas más importantes, una de nuestras armas más importantes frente a los desafíos. La consulta nacional sirve para generar puntos de consenso. Existe toda una literatura sobre el poder, hay miles de volúmenes escritos en este tema. Según nuestros conceptos el poder político no es otra cosa que la capacidad de actuar juntos, cuando logramos convencernos los unos a los otros, de actuar unidos entre sí. Esto es lo que nosotros llamamos poder, y una de las mejores herramientas de esto son las consultas nacionales. La consulta nacional celebrada el verano pasado mostró claramente que hay ciertas cosas que la gente califica como soportables, y las hay insoportables también. Resultó que se considera como medida soportable si cerramos los teatros, los eventos deportivos, los cines, los restaurantes y los hoteles, pero se calificó insoportable el cierre de las guarderías, el de las escuelas y el de los lugares de trabajo. Por consiguiente, durante el otoño la manera de protegernos consistía en asumir todo lo que sea soportable, aun si era desagradable, lo que equivalía a las restricciones vigentes hasta hoy día, y lo que hubiera sido insoportable, allí mantuvimos el orden habitual de la vida. No cerramos los lugares de trabajo, mantuvimos abiertas las guarderías, mantuvimos abiertas las escuelas primarias, eso sí, los centros de enseñanza secundaria ya eran distintos, porque consideramos que con hijos de esa edad ya no es imprescindible para los padres trabajadores quedarse en casa, por lo tanto, después de todo, eso sería soportable para ellos.

Estimados Damas y Caballeros,

Es importante mencionar que también el Banco Central colaboró en la lucha contra la pandemia y la crisis económica. Debo afirmar que hubo una gestión concertada de la crisis por parte del Gobierno y del Banco Central. Esto queda respaldado por los hechos de la manera que los ahorros minoristas han seguido aumentando incluso en tiempos de crisis. La moratoria que hemos introducido sobre las amortizaciones de crédito, tras consultar con el Banco Central, fue la más amplia y la más exitosa en Europa, seguía el crecimiento del crédito del sector privado, y logramos continuar a la vanguardia respecto a la tasa de inversión, lo cual han podido ver en los gráficos presentados anteriormente. En total, la manera de gestionar la crisis en Hungría se diferencia de cómo lo han hecho en Europa Occidental, también en que no se realizaba mediante restricciones y relajamientos periódicos, sino como resultado de la consulta nacional, hemos cambiado nuestra vida anterior totalmente libre por otra, basada en restricciones fijadas de común acuerdo. En esto estamos ahora. Y hemos persistido en esto. También Ustedes pueden ver, que ciertos países, de vez en cuando aflojan las medidas, luego aumenta el número de infectados, y después es posible que vuelva a disminuir, pero por general no siempre lo logran y esto puede cobrar cientos de vidas. El sistema húngaro, en cambio, ha sido estable, lo introdujimos a principios de noviembre y sigue vigente hasta el día de hoy. La única pregunta que hay ¿cuándo podemos abrir?

Hablando de la economía, puedo decir que la protección económica, el plan de acción para la protección de la economía, finalizó el 1 de enero. Podemos considerarlo finalizado, porque desde enero ya hay vacunas en Hungría, y contra esta epidemia la mayor ayuda consiste en las vacunas. La nueva época de la economía se abrirá mediante la amplia aplicación de vacunas. Por eso hemos iniciado el plan de acción para la reactivación de la economía. ¿Cuándo reiniciará la vida? Ustedes también saben que hemos prolongado las restricciones actuales hasta el 1 de marzo. Planeamos iniciar una consulta a mediados de febrero. Ahora no tenemos tanto tiempo que teníamos en el verano, por consiguiente, no lo haremos en la manera tradicional, sino más bien en formato en-línea, vía internet abriremos una consulta nacional sobre las cuestiones de la apertura: si sea de un solo paso, de varios pasos, paulatina o completa. Les llegará la información al respecto. Ahora solamente quisiera decirles, que este debate, esta consulta tiene sentido porque hay vacunas, por lo tanto, hay cosas de qué hablar. Ya que, si hay vacunas, también hay vacunación, si hay vacunación existe inmunidad, si hay inmunidad, será posible reactivar al país.

Estimados Damas y Caballeros,

Reitero que para el Gobierno la cuestión de las vacunas no es una cuestión política. No nos importa que el gato sea negro o blanco, siempre que cace ratones. Por eso usaremos vacunas tanto occidentales, como orientales, rusas, chinas, americanas y británicas.

Estimados Damas y Caballeros,

Dicho esto, ahora permítanme decir un par de palabras del ataque, o sea, del plan de acción para reactivar la economía. La primera fase empezó el 1 de enero y hasta el 1 de abril todas sus medidas entrarán en vigor. Voy a citar aquellas sobre las que Ustedes ya habrán oído, porque ya las hemos iniciado. Hemos reducido el IVA sobre la construcción de viviendas al 5 por ciento. Damos un crédito blando de 6 millones de forintos para la renovación de viviendas, de lo cual 3 millones de forintos son subvención directa. El señor Ministro de Finanzas ha sido generoso, ha hecho tantos cálculos que hayan sido necesarios y al final ha dado su consentimiento para este programa, que por otro lado no será nada fácil presupuestar, pero el hecho de no ser fácil, todavía no quiere decir que no sea posible. Y lo que esperamos del Ministro de Finanzas que lo solucione. Esperamos alcanzar la cifra de veinte mil nuevas viviendas construidas, pero estaremos insatisfechos aun si lo logramos, porque deseamos recuperar lo que habíamos alcanzado antes, que nuestro sector de construcción tenga la capacidad de producir 40 mil viviendas nuevas al año. Ya se ha iniciado la recuperación de 13 meses de pensión, y con o sin crisis, esto afecta a casi tres millones de personas. Además, hemos anunciado que gracias al apoyo del señor Ministro de Finanzas, a partir del 1 de enero de 2022, los jóvenes menores de 25 años quedarán exentos del impuesto sobre la renta de las personas físicas. Sobre esto no deseo hablar mucho ahora, porque me quitaría todo el tiempo, gastaría el tiempo del que dispongo, solamente quisiera hacer notar que el Gobierno tiene una visión de la juventud, en la que existe la infancia que dura desde el nacimiento hasta los 14 años aproximadamente, existe la juventud comprendida entre los 14 y 18 años, y los adultos jóvenes son aquellos de entre 18 y 25 años. Lo que queremos lograr es que desde el nacimiento, mediante la asignación por hijo llamado Gyed, hasta la exención del impuesto sobre la renta de las personas físicas de los menores a 25 años, los jóvenes húngaros tengan unos primeros 25 años de vida, al final de los cuales puedan decir que son educados, instruidos y preparados, que entienden su futuro y que desean aprovechar sus posibilidades, para que a los 25 años ya puedan vivir por su propia cuenta. Este es el ideal del Gobierno húngaro, que nuestros jóvenes a la edad de los 25 años estén en un estado adecuado y tengan fuerzas de dejar el mundo de los adultos jóvenes para entrar en la vida de los adultos con familia y sean capaces de vivir por su propia cuenta, independientemente de si son licenciados o trabajadores cualificados. El que no viva por su propia cuenta y no pueda mantener a su familia, tampoco habrá llegado a ser un verdadero adulto. Queremos dar ayuda en esto, para que esto suceda lo antes posible. No existe nada forzado, si alguien prefiere seguir en la edad de los adultos jóvenes y en el estado vital correspondiente, adelante. El Gobierno cumplirá con su obligación de ayudar con todos los medios el camino de arreglárselas por cuenta propia.

Estimados Damas y Caballeros,

A la primera fase de este plan de acción para la reactivación económica también pertenece la decisión tomada ayer por el Gobierno sobre la introducción de una nueva forma de crédito. El señor presidente Parragh ha hablado sobre esto. Antes de haber tomado la decisión al respecto, hemos consultado con la Cámara de Comercio e Industria. El punto de esto es que damos un crédito con un interés de 0 por ciento de hasta 10 millones de forintos por diez años para aquellas empresas pequeñas y medianas las que no podrían aprovechar las oportunidades de la reactivación económica sin disponer de un importe financiero inicial. Obviamente muchos quedaron parados, sobre todo en los sectores con mayores problemas. Para que ellos puedan partir de nuevo, no será suficiente eliminar las restricciones, sino hará falta también darles una ayuda financiera. Este crédito para las microempresas, de 10 millones de forintos con un interés de 0 por ciento para diez años, y con una moratoria durante los primeros tres años, o sea que solamente al cabo de tres años habrá que empezar a amortizar el crédito, podrá servirles de ayuda. Así llegaremos hasta la fecha del 1 de abril. Si a mediados de febrero realizamos la consulta nacional sobre la apertura, entonces será posible tomar decisiones el 1 de marzo, o el 1 de abril, o bien el 3 de abril, que serán las Pascuas, y entonces ya seguramente podremos tener una vida más libre que la actual, si mientras tanto cumplimos las normas con disciplina, y ni la insatisfacción, ni la presión ejercida por las energías que buscan las vías de liberación nos desviarán de las conductas respetuosas con la ley.

El 1 de abril iniciará la segunda fase del plan de acción para reactivar la economía. Allí la enseñanza superior estará en el centro de atención. El Ministro de Finanzas siempre es el miembro más cauteloso del Gobierno, y así está bien, de ahí que él habla de un desarrollo de la enseñanza superior de unos 1,5 billones de forintos, lo cual según mis expectativas no será de 1500 mil millones, sino más bien de 2 billones. Se les informará acerca de los detalles. Hasta el 1 de abril, aquellas universidades que deseen transformarse, podrán hacerlo. Es posible eliminar las incertidumbres legales frente a las transformaciones, y lograr así la estabilidad. Los nuevos dirigentes podrán tomar sus posiciones, y después del 1 de abril cabe esperar, o bien, estaremos a la expectativa de un uso mucho más eficaz de este enorme volumen de fondos que será puesta a la disposición de la enseñanza superior, que la que había caracterizado los tiempos anteriores.

Y cuando habremos terminado esto, entonces el 1 de julio se iniciará la tercera fase. La tercera fase corresponderá al tiempo de los grandes desarrollos; fundamentalmente en el ámbito de las energías verdes, establecimiento de una economía circular y la digitalización completa de la economía húngara son lo que procuraremos alcanzar. En esto, Ustedes podrán ver la situación extraña en la que Hungría será un fuerte oponente a la Unión Europea en ciertas cuestiones, y al mismo tiempo, será su más fuerte aliado en otras. La protección de los valores de la familia tradicional, en esto no cederemos, el asunto de la migración, en esto no cederemos, es decir ahí somos fuertes oponentes a la Unión Europea, a Bruselas y a los burócratas de Bruselas. Sin embargo, cuando se trate de la economía verde, de la economía circular, o bien, de la digitalización, somos el aliado número uno de Bruselas, el aliado más cercano, porque nosotros vamos a apoyar todas aquellas medidas que encaminen a establecer una economía verde, la digitalización, un nuevo sistema de energías verdes y una economía circular, y usaremos todos los fondos según los criterios señalados. Será un punto importante de esa fase que vamos a anunciar nuestra estrategia de desarrollo agrario y rural para los próximos ocho-diez años, e incluso lanzaremos las primeras convocatorias y actuaciones correspondientes a la estrategia. Estamos preparándonos a presentar a la opinión pública el mayor plan de desarrollo rural de Hungría.

Estimados Damas y Caballeros,

Quizás esto sea suficiente sobre el plan de acción para la reactivación. Sin embargo, existen unas cuestiones, que en parte han mencionado los que han intervenido antes de mí, o bien, independientemente de ello, están presentes en la narrativa pública, o sea, en el discurso público, por lo tanto, quisiera añadir algunos comentarios al respecto. A pesar de que las estadísticas de la ONU en temas económicos no necesariamente suscitan la mayor confianza en nosotros, aun así, gozan de un cierto grado de seriedad, y tengo que decir que según las estadísticas de la ONU, el año pasado las inversiones globalmente cayeron 42 por ciento, mientras que en Hungría aumentaron 140 por ciento. Es muy importante que entendamos que ha iniciado una nueva era en la economía mundial al entrar en este año, o sea que, después de la pandemia. Ya que no sucede que las fábricas que habían cerrado vayan a reabrirse automáticamente, sino lo que ocurre es que están buscando nueva ubicación para los establecimientos cerrados. Las fábricas se reabrirán en lugares, donde su explotación sea lo más competitiva, independientemente del lugar donde funcionaban antes de su cierre. Por eso Hungría debe presentarse a este concurso. Así es que la gestión de la crisis económica en Hungría ha sido concebida en el marco de esta presentación en el concurso, o sea que corremos una carrera por atraer a Hungría las inversiones extranjeras. Tengo que decir que nos hemos inscrito en esta carrera con un robusto programa de incentivos a las inversiones. Este es el ámbito donde difieren más las formas de pensar sobre las políticas económicas entre el lado derecho e izquierdo en Hungría, ya que nosotros apoyamos las inversiones y el empleo, aun en situaciones de crisis; mientras que el pensamiento de la izquierda, incluidos los economistas izquierdistas, siempre conciben políticas económicas dentro del triángulo formado por el aumento de impuestos, por los subsidios, y por la creciente redistribución realizada por el Estado, nosotros en cambio, nos ponemos fuera de esto.

Estimados Damas y Caballeros,

Hablando sobre la economía húngara, también tenemos que mencionar sobre el lugar en el que nos encontramos a nivel mundial. Los datos que voy a citar ahora revisten un significado simbólico, porque reflejan bien el lugar que ocupa Hungría en la economía mundial, determinado por nuestra política económica. Entre las grandes inversiones de los últimos dos años, o bien, año y medio, la mayor parte, en términos cuantitativos, ha llegado de Alemania, mientras que el mayor valor fue generado por inversiones de empresas chinas, y el mayor número de puestos de trabajo fue creado por empresas estadounidenses. Esto muestra bien la manera en la que la economía húngara busca un equilibrio en el espacio de la economía mundial. Como curiosidad quisiera contarles que en 2019 la mayoría de las inversiones vinieron de Corea, mientras que, en 2020, de China. A lo mejor vieron Ustedes que hace un par de días, el señor ministro Péter Szijjártó ha anunciado la mayor inversión en nuevas instalaciones de toda la historia económica de Hungría, una inversión por un valor de 681 mil millones de forintos, igualmente de Corea. Quisiera hacer un comentario más sobre la industria automovilística y la construcción de vehículos. Se suele mencionar como una crítica frente a la economía húngara que se vincula de manera demasiado estrecha a la industria automovilística. Procuramos tener varios pilares de base, pero es indudable que la industria del automóvil es una parte determinante de la economía húngara. No obstante, durante los últimos dos o tres años se ha llevado a cabo un importante cambio en esto, en primer lugar, impulsado por Péter Szijjártó y su ministerio. En concreto, hemos desplazado de la industria tradicional del automóvil hacia la nueva generación de productos automovilísticos en cuyo ámbito Hungría procura desempeñar un rol destacado, a saber, en esta transformación consistente en pasar de la construcción de vehículos con sistemas de propulsión tradicionales a la construcción de vehículos eléctricos, Hungría aspira mantener su fuerte posición regional adquirida anteriormente. Por cierto, hasta ahora hemos logrado éxito en esto. Esperamos que la inversión de BMW en Debrecen marque un paso importante en esta transformación. En lo que respecta a las exportaciones, Ustedes bien saben cuál es el tamaño de Hungría, y también saben que, si no pudiéramos interconectarnos con la economía mundial, nuestro nivel de vida y nuestro rendimiento económico sería una diminuta fracción de lo que hoy conocemos. Por eso, todo tipo de aislamiento, de encerramiento, o cualquier intento de arrancar la economía húngara del tejido de la economía mundial es expresamente contrario a los intereses de los húngaros y de la economía del país. Nosotros debemos participar en la economía mundial, debemos exportar, porque así podemos generar más dinero y más ingresos. El año pasado, a pesar de la crisis, las exportaciones húngaras alcanzaron 100 mil millones de euros, con lo cual Hungría queda en el lugar 34 en exportaciones a nivel mundial, dicho sea de paso, que no tenemos exportación de materias primas, ya que carecemos por completo de materias primas, debido a lo ocurrido hace cien años. Al mismo tiempo, Hungría ocupa el lugar 94 en función del número de sus habitantes, y respecto a las exportaciones, como lo he mencionado, está en el rango 34 a nivel mundial, lo cual es un fantástico rendimiento alcanzado por la economía de Hungría. El señor Ministro de Finanzas ha hecho un comentario respecto a los datos sobre la evolución económica de los países en 2020 en medio de la crisis económica, o sea, sobre la magnitud que alcanzará la recesión económica en los distintos países. Todavía carecemos de los datos definitivos, porque numerosos países publicarán las cifras provisionales solamente el 16 de febrero. Sin embargo, hay más o menos una decena de países que ya lo han hecho. En Hungría también están preparando los informes correspondientes. Ahora me parece, comentando las palabras del señor Ministro de Finanzas, que el descenso en el crecimiento económico será entre el 5 o el 6 por ciento en 2020. Yo creo que esto quedará más cerca del 5 que del 6, por lo tanto, ocuparemos una bonita posición en la lista de clasificación europea. Según los datos provisionales se ve bien que el descenso en Hungría será considerablemente menor que en Francia, Italia, España, pero también que en Austria, o sea que mejorará nuestra posición relativa. Quizás podremos apretar incluso a los checos.

Hay otra cosa que con frecuencia me preguntan, o bien, me exigen cuentas de ello los actores de la vida económica de Hungría, a saber que, al hablar de la economía húngara, ¿a qué se refiere?: ¿a la economía existente en Hungría? o bien ¿a la economía que es propiedad de ciudadanos húngaros, que es propiedad de empresas húngaras? En esta intersección también seguimos con regularidad con el señor Ministro de Finanzas las consecuencias generadas por las políticas económicas de Hungría, es decir, ¿cómo evoluciona el porcentaje de la propiedad húngara dentro de nuestra propia economía? Quizás recuerdan Ustedes que en 2010 determinamos cuatro sectores, considerando que revestían una importancia estratégica en la economía nacional, donde definimos como objetivo que la tasa de propiedad húngara esté por encima del 50 por ciento, bajo cualquier circunstancia. Uno de estos sectores fue el sector energético, donde la tasa de propiedad húngara era del 29 por ciento en 2010, y ahora es del 59 por ciento, así que logramos nuestro objetivo. Así fue con el sector bancario, donde la tasa de propiedad húngara era del 40 por ciento en 2010 y ahora es del 57 por ciento. Además, se trataba del mundo de los medios de comunicación, e industrias relacionadas, donde partimos del 34 por ciento y ahora estamos en el nivel del 55 por ciento. En tres sectores hemos conseguido éxito. Tuvimos también un cuarto objetivo, lo cual denominamos venta al por menor en comercios. En primer lugar, porque tenemos la impresión de que el éxito de la agricultura y de la industria alimentaria de Hungría no depende solamente de sí misma, de cómo producen, de si son eficaces o no, sino también depende de los precios en los cuales pueden vender sus productos, o sea que de los precios en los cuales los comercios reciben sus productos. Por eso pensábamos que la mayoría de la venta minorista en comercios debería estar en manos de húngaros. En este ámbito, no obstante, no hemos logrado alcanzar el punto de inflexión, e incluso, a duras penas alcanzamos el nivel de propiedad del 2010, si es que realmente lo alcanzamos. Nos cuesta a todos, incluyendo al señor Ministro de Finanzas, pero también al Ministro de Agricultura, definir la manera en la que podríamos cambiar esta situación. Y existen otros sectores los que queremos cambiar en los próximos diez años. Al final todavía retomaré la propuesta expresada por el presidente Parragh, sobre si debemos celebrar un contrato, o un acuerdo, y cuál debería ser el contenido de nuestro acuerdo para los próximos tiempos. En caso de que haya un acuerdo así, lo cual adelanto ya, que por mi parte lo apoyaría, entonces tendrá que abarcar también aquellos sectores económicos donde queremos lograr importantes cambios en la tasa de propiedad húngara y queremos lograr una tasa por encima del 50 por ciento. Me parece que así debería ser el sector de información y de comunicación, así puede ser la industria de materiales de construcción, además podría ser también la construcción de vehículos ferroviarios y de material rodante de ferrocarril o tranvía, después de todo, somos el país del Ganz-MÁVAG (fábrica tradicional húngara de locomotoras, coches de trenes y máquinas). Además, posiblemente no tendríamos que conformarnos con solo tres sectores más, sino podríamos determinar otros ámbitos nuevos como resultado de las negociaciones.

Estimados Damas y Caballeros,

Para terminar, ¿de qué depende el éxito de la economía húngara? A pesar de que, en el marco de este evento de apertura del año nuevo, siempre hablamos de lo ocurrido en el año anterior y de lo que está previsto para el año actual, aun así, quizás valga la pena plantear también esta pregunta revestida de una importancia práctica, que suena así: ¿de qué depende el éxito de la economía húngara? Los que han intervenido antes de mí, todos son políticos responsables por la economía, tanto el señor Presidente Parragh, como el señor Ministro de Finanzas Mihály Varga. Yo en cambio soy solamente un primer ministro, yo contemplo el mundo desde otro ángulo, por eso yo doy una respuesta desde otra perspectiva ante esta pregunta. Me parece que el éxito de la economía húngara depende de tres cosas. La calidad de la economía húngara depende del éxito y de la calidad de tres categorías. La primera es la calidad de nuestros obreros. La segunda es la calidad de nuestros empresarios, y la tercera es la calidad de nuestros políticos responsables por la economía.

Pues echando desde esta perspectiva un vistazo al año que nos toca y a nuestras esperanzas, entonces podemos afirmar que para que podamos decir de nuestros obreros que representan una alta calidad, por regla general hace falta que cumplan con tres requisitos. En aras de la simplicidad uso la palabra obrero. Deben ser precisos, deben aprender con facilidad, y deben ser autoconscientes. Tal vez haga falta explicar el concepto de autoconsciencia, pero me parece importante insistir en que la autoconsciencia de los empleados, o bien, de los obreros de un país dado determina la moral y la autoconsciencia de todo el país; la postura física de los que trabajan es igual a la postura del país. Si la postura de los trabajadores, de los obreros es recta, entonces también la postura del país es recta. Si en cambio, su postura es inclinada, o bien, Dios no lo quiera, servil, entonces también el país será servil y sumiso. Hoy tenemos un Gobierno diferente, y el motivo por el que tenemos un Gobierno diferente consiste en que los que nos apoyan, la gente tiene postura recta y representa una buena calidad. Tengo que decir que esto no es una pura opinión política, sino se ve apoyado por los hechos. Ya que los obreros húngaros, aquí en Hungría, llevan las fábricas más modernas del mundo. No trabajan en miserables cuadras, sino llevan las fábricas más modernas del mundo, con los equipamientos tecnológicos más modernos, y los inversores vienen aquí una y otra vez no sola y simplemente por el buen ambiente fiscal, lo cual desde luego es importante, sino por los buenos obreros húngaros. Estos mismos obreros dan buen rendimiento también en el extranjero. Y en términos de la autoconsciencia lo que puedo decir es que en un país solo es posible que el Gobierno nacional sea de derechas, al igual que es en Hungría en estos tiempos, si por otro lado también los ciudadanos, cuya mayoría son empleados y trabajadores, piensan de manera similar. Por eso tenemos hoy un Gobierno nacional de derechas. Si la gente no pensara así, si no pensaran así los obreros, entonces hoy en Hungría habría un gobierno globalista, internacionalista, ligado a György Soros. Pues si ahora no miro la faceta nacional de la autoconsciencia, sino la personal, entonces tengo que decir que la autoconsciencia personal, llamado en el idioma húngaro autoestima, de igual forma está en un estado bastante bueno, porque con quienquiera que hable, empleados, obreros, tarde o temprano mencionan la educación que dan a sus hijos. Y aquellos que den educación a sus hijos, tienen autoestima y también son firmes de ánimo. En resumen, debo decir que la primera precondición del éxito de la política económica húngara, en concreto, que Hungría tenga obreros de una buena calidad, está dada.

La segunda cuestión es la calidad de los empresarios. No entra en mi competencia expresar opinión al respecto, ya que la Cámara debe realizar esta tarea. La Cámara dispone de un sistema de evaluación, en base del cual puede formular una opinión sobre los empresarios húngaros. Yo solamente puedo decir que, a mi parecer, los empresarios húngaros deben tener tres características. Primero que sean iniciadores, que sean resistentes a los choques, y que sean húngaros. Ser resistente a choques significa que si fallan, vuelven a ponerse de pie y empiezan de nuevo. Que sean húngaros, con eso quiero decir, que cuando les vaya bien, fomenten su patria, apoyando la cultura, las iglesias, los deportes, los asuntos locales, su ciudad o su pueblo. Pero no es mi tarea hacer el balance, lo debe hacer la Cámara.

Y, por último, para una economía exitosa también hacen falta políticos de economía. Se suele exigir tres cosas de nuestros políticos económicos, que sean valientes, que sean previsibles y que puedan jugar en equipo. El tándem que lleva la economía húngara, formado por el señor Ministro de Finanzas Mihály Varga y nuestro Ministro de Innovación Económica László Palkovics, son excelentes profesionales, reconocidos a nivel internacional, pertenecen a los mejores técnicos de la última década. En el Gobierno les apoya Péter Szijjártó y Andrea Máger, podemos llamarlos fuerzas auxiliares, porque fuera de la economía también tienen otros deberes. Ellos son buenos, incluso, muy buenos, como lo reflejan las cifras antes mencionadas. Y existe un subgénero entre los políticos responsables por la economía, y esto es una clase separada, una categoría aparte, que es el Banco Central y su dirigente. En términos generales lo que el país puede esperar de su Banco Central es que su dirigente sea un líder listo, dotado de capacidades mentales especialmente buenas, porque allí, en los Bancos Centrales es posible reconocer pronto los cambios que surgen en el horizonte de la economía mundial, la aparición de nuevas eras. De esa manera, no tenemos por qué quejarnos tampoco en este sentido, ya que el señor Presidente del Banco Central es especialmente iniciador y la mayoría de las innovaciones en la política económica en las últimas décadas ha procedido justamente de él.

En resumen, lo que tengo que decir que, si de verdad están a disposición los obreros de buena calidad, hay empresarios de buena calidad, y también los políticos económicos son de buena calidad, y si se da esta constelación de la coexistencia de estas tres condiciones, entonces no queda nada más que el primer ministro no lo arruine. Y ¿cuándo no arruina el primer ministro esta afortunada constelación? Si escucha a los más inteligentes. Hoy nos hemos reunido para escuchar a los más inteligentes. En lo que se refiere a la economía, debemos escuchar a la Cámara de Comercio e Industria de Hungría. De allí que le tengo que expresar mi especial gratitud al señor Presidente por haber planteado el tema de la cooperación. Tal vez sea adecuado László, mencionar que la cooperación entre la Cámara y el Gobierno no carece de antecedentes, porque uno de los actores de la vida económica, Sándor Demján, quien por cierto siempre procuraba alejar la economía de la política, fue el que tomó los primeros pasos en este sentido. Que en paz descanse. Recordemos que cuando la economía tuvo problemas graves en 2008-2009, entonces el señor Presidente Sándor Demján fue el que dijo que hacía falta un cambio radical, y en el nombre de los actores de la vida económica celebró un acuerdo con nosotros, conmigo, lo cual preparó el camino para la cooperación que se formó entre la Cámara y el Gobierno más tarde. Yo estoy preparado, muy estimado señor Presidente, de celebrar un acuerdo entre la Cámara y el Gobierno por el desarrollo económico de los próximos diez años, que abarque todas las cuestiones importantes, y dé garantía al mundo de los empresarios de que Hungría seguirá con su política económica que hasta ahora ha resultado exitosa.

Gracias por invitarme. Gracias por dejarme estar aquí.